lunes, 14 de septiembre de 2009

The red house IV


Habíamos pasado la mejor noche de toda nuestra vida. Un reencuentro después de tanto tiempo, un tiempo eterno para mí. Me llevo a cenar mientras me contaba todo lo que le había pasado en ese año...Padres ricos y en semanas pobres. Contratos ilegales con gente por dinero. Empeños. Todo eso había sufrido el padre de Byron...Y ahora uno de los más importantes y prestigiado jefe de una empresa sueca quiere que Byron se case con su progenitora...Me parecía un cuento chino...No me lo creía...Pero Byron me dijo que él tenía un plan, él no quería casarse con ella...todo era por dinero, dinero para el padre, para pagar todas las deudas...pero, ¿y yo?. ¿Que hacia yo ahí?.
- Jamie, tu juegas el papel más importante. Tú tienes que ir a mi padre, y decirle que yo sólo soy tuyo y de nadie más.
- Byron...¿tú crees que tu padre, va a decir que "si" cuando le diga que te deje marchar conmigo? yo sola no puedo...
- Jamie Jamie...no puedo casarme con ella...es algo...¡no se!¡Joder no la conozco de nada! Por más que le digo a mi padre que ya tengo a alguien con quien quiero pasarme el resto de mi vida no me cree...tienes que decírselo tú. Bien claro. Yo estaré contigo en todo momento...
- Dios, esto...buf...- empecé a sollozar.
- Jamie, tranquila, por favor, no llores...todo esto...te esta dando problemas...estás sufriendo demasiado; si no funciona esto...
- ¿Qué?, si no funciona ¿que?.
- Jamie, si no funciona...yo, no puedo...
- Byron, no...no, no....
Me abrazó. Con eso significaba que solo tenia una oportunidad para volver con él a California, para estar como antes...Lo había decidido. Iba a dar todo lo que podía y llevármelo...En toda la noche no hablamos más del tema. Dimos un paseo, y subimos a mi habitación del hotel. Toda la noche juntos. Lo había echado tanto de menos...Mientras dormía sentía su respiración en mi espalda. Tan caliente.

Me desperté despacio, abriendo los ojos poco a poco...Me giré y ahí estaba, apoyado sobre sus codos, mirándome.
- Buenos días, princesa.
- Hola.
Nos quedamos tumbados mirando al techo sin pensar en el tiempo, hasta que dijo, tenso...
- Jamie, mañana tienes que hablar con mi padre...
- ¿Mañana? pero...no tengo ropa adecuada, solo dos vaqueros no me dio...
- Shh shh, tranquila, hoy iremos a comprar algo de ropa, ¿que te parece?.
- Vale.
Nos duchamos juntos, desayunamos juntos y salimos del hotel juntos. El coche que me recogió en el aeropuerto estaba allí. Nos montamos, algo le dijo en sueco y me susurro en el oído "este será otro de nuestros mejores días..." y me beso dulcemente.
A la media hora aproximadamente, llegamos a la entrada de un edificio muy alto. Le dio orden de algo al conductor, me cogió fuerte de la mano y me dijo "¡vamos!". Al entrar vi un montón de gente bien vestida, con joyas, con muchas bolsas...Pensé que no encajaba bien con mis vaqueros y mis all star...Entramos en una tienda y dijo en inglés "toda vuestra". En un momento tres personas estaban midiéndome, trayendome ropa, zapatos, bolsos...Me probé todo lo que me traían, mientras el negaba o asentía con la cabeza...Al final me decante por tres vestidos...Uno era negro, de palabra de honor, con un lazo en rojo que hacia mis pechos un poco más altos y con vuelo por debajo, me llegaba por la rodilla, con unos zapatos rojos de charol; el segundo era de un rosa pálido, de tirantes, me hacia más alta con unas sandalias con mucho tacón, pensé que estos zapatos me los iba a poner muy poco; y el último, sin pensármelo dos veces pensé que era el adecuado para ponerme delante del padre de Byron, era blanco, de palabra de honor también, pero en forma de tubo, con encaje por arriba negro y un pequeño cinturón negro, con unas rayas hacia abajo que hacia del vestido elegante. Cuando salí del probador, vi que a Byron se le salían los ojos de las órbitas, con un "¡SI!" rotundo sonreí y me desvestí. Al salir de la tienda, era la hora de comer. Me preguntó que quería, y sinceramente, anelaba el mcdonald con él. El pringarnos con el ketchup y robarle las patatas del menú. Encontramos uno y allí nos fuimos. Mientras miraba las bolsas que llevábamos, él pedía los menús.
Comimos y regresamos al hotel. Aprovechamos las últimas horas que nos quedaban, el tenía que regresar con el padre, tenía que hacer unos papeles y decirle que yo iría a verle mañana por la mañana.
Al entrar a la habitación Byron me cogió por el brazo y me dejó en frente de él. Rozó sus labios contra los míos, solo una vez. Lo rodeé con mis brazos y lo besé. Todo dejó de tener importancia. El padre, las deudas, el matrimonio...solo pensaba en Byron y en lo cerca que lo tenía, en el aroma pegadizo de su piel, en el modo en que respirábamos juntos cuando nos besábamos, como si fuéramos dos partes en una misma persona. Me di cuenta de que nos habíamos quitado los abrigos y los jerseys. No me había fijado en los brazos que tenia tan musculosos...Le puse la mano sobre la piel desnuda del cuello y presioné los labios aún más abiertos sobre él. Sus manos fueron acercándose lentamente hacia el borde de mi camiseta. Lo besé apasionadamente. Byron me subió la camiseta por la espalda y levanté los brazos para ayudarle. Se me quedo mirando el sujetador negro y su respiración se volvía cada vez más rápida y superficial. Nos tendimos encima de la cama. Byron tenia razón, ese había sido otro de nuestros días. De esos días, en que los tendrás en la cabeza durante años...
A las 21.00 de la noche, mientras se vestía lo mire con cara apenada, hoy iba a dormir poco...
- Intenta descansar, mañana te vengo a recoger a las 10.30 ¿vale?.
- Si...- dije con un suspiro.
Se estiró en la cama otra vez mientras me abrazaba fuertemente...
- No vas a poder dormir ¿verdad?- le dije mientras intentaba olerle lo máximo posible...quería tener ese aroma toda la noche, conmigo.
- Si...pero no hay otro modo...solo serán doce horas.
- ...largas.
- Si - se estiró para darme un beso.
- A las 10.30...
- Te espero, se puntual Jamie. Y, por cierto, no te asustes cuando vayas a mi casa...- se rió con esa sonrisa suya, esa carcajada que en un año, no dejaba de recordar...
- Me estas asustando de veras...- le sonreí.
- Te amo Jamie.
- Yo también Byron.
Me besó y se fue. Me di una ducha, bastante relajante...me quite el albornoz y me metí en la cama...en el lado que estaba Byron hacía media hora. Todavía olía a el..."¡Mañana será un largo, largo día...!" Con ese pensamiento, cerré los ojos.

~ Continuará.

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