jueves, 21 de agosto de 2008

sincera, feliz, alegre.

Porque a veces las sonrisas se esconden detrás de una mata de pelo, detrás de una pared, detrás de unos ojos ciegos o simplemente detrás de una alma rota. He vuelto a aprender a sonreír con el alma, con el corazón en la mano soltar una carcajada y aprender a reírme de las situaciones de la vida y sobre todo, de MI MISMA. Porque gracias o por culpa de mi vida me he convertido en lo que soy, una persona fuerte, perseverante, perfeccionista pero sobre todo sincera, feliz y alegre.

No hay comentarios: