lunes, 4 de agosto de 2008

Closed


Que gracias eso de cerrar una puerta y luego notar una brisilla y darte cuenta de que no estaba bien cerrada. ¿Realmente no cerraste la puerta?¿o fue un fantasma?. Quizás eres sonámbula y no lo sabes. Quizá te levantas por la noche y tu subconsciente sabe que quieres esa puerta abierta pero tu te niegas a admitirlo porque...¿y si entra el hombre del saco por la noche y se te come como a una galleta?. Pero tu quieres esa jodida puerta abierta. Aunque te arriesgues a que te coman y te conviertas en algo tan insignificante como un puñado de migas esparcidas por el suelo, la brisilla que corre es muy agradable. A veces, cuando sabes que tienes todas las de perder prefieres no arriesgar porque, corres el riesgo de volverte ludopata. A veces, es mejor cerrar con candado.

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