Sensaciones desagradables que no sabes ni si son ciertas. Notas tu cuerpo ir en contra de tu mente, notas felicidad pero tu corazón llora mares de lágrimas. Y cuando finalmente dejas salir ese sentimiento, te das cuenta de como todo aquello en lo que pusiste esperanzas e ilusiones, todo aquello que día tras día te hacia despertar con una sonrisa, se derrumba y se desvanece en una niebla espesa de la cual no puedes salir mientras el rimel se te resbala por la cara dejando caminos oscuros en tus mejillas haciendo que tu compañero de mesa te pregunte: ¿que te pasa?. Y cuando ves que aquello que un día te hizo reír y evadirte de tus problemas hace que veas lo que comiste al medio día en el fondo de un vater y te das cuenta de que estas hundida. La felicidad es Efímera. Por eso la odio.
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