martes, 18 de agosto de 2009

~ Mario.


Cuando las personas se van queda siempre un vacío que nunca será llenado por nadie más que por ellas. Aun así regresaran, el espacio no calzará más en sus siluetas. El momento se habrá perdido irremediablemente en el tiempo. Porque así como ellas se movieron hacia otros horizontes, las personas que se quedan deberán moverse también aunque no lo quieran, como una cucharada de azucar que se retira de su recipiente...los granos circundantes se desplazan con el fin de ocupar el espacio, pero siempre queda la muesca, nunca vuelve a ser lo mismo.
Tal vez esa sea la razón por la que nos resistimos al cambio. El decir adiós es parte también del progreso, como las gotas de vapor le dicen adiós a su nube para caer sobre nosotros como lluvia; aun así estas gotas vuelven a evaporarse hacia el cielo...ya nunca serán los mismos grupos, no regarán las mismas ciudades, no volveran a estar juntas de la forma como lo están ahora.
Es parte de la vida dejar ir y dejar entrar. Pero nos cuesta admitirlo. Creemos en el cambio, pero no queremos que alguien se vaya. Somos defensores del progreso, pero queremos retener el día a día a toda costa y consideramos nuestro un equilibrio que no existe más porque hoy ya es otro día y el ayer se lo llevó el tiempo.
Pero tus días siempre quedaran en nuestra memoria, tus recuerdos no son como gotas de vapor, son como cucharadas de azucar. Nos han dejado marca.

1 comentario:

Ichi dijo...

Me encanta la foto que tienes de Robert *-*
Espero que estés mejor con lo de
Mario, no es bueno rallarse.
Y ya sabes que siempre estoy aqui!
Siento no estar por aqui pero
Carlos esta de vacas ya sabes :)

TE QUIERO MIL!