lunes, 18 de mayo de 2009

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Más joven que ella. Ahora, su vida le parecía un regalo, con algún que otro conflicto intrascendente. Aún recuerda las noches en aquella plaza, el tono de su risa y el sonido que hacia esa maldita moto.
Hay veces en los que se queda mirando la carretera, esperando que pase, y volver a verlo sobre ella. Nunca olvidará la última sonrisa que le dio, la última conversación sobre sus 20 años, los dos últimos besos que se dieron...
Es increíble comprobar como la vida de alguien puede extinguirse de la noche a la mañana.

1 comentario:

Ichi dijo...

Ais.. no es bueno pensar
tanto en eso, el destino esta
ahí para algo, o eso creo yo.
Te quiero!