
-
Tikkun otam.
- Eso es, más o menos dice que el mundo se ha roto en pedazos. Todo este caos, toda esta
discordia. Y nuestra
obligación, la de todos nosotros, es intentar
recomponerlo. Hacer que sea una sola pieza de nuevo.
- ¿Y tú te lo crees?
- Supongo que si. Bueno, no sé cómo se
rompió el mundo. Ni tampoco si existe un Dios que pueda ayudarnos a
recomponerlo. Pero que el mundo está roto eso no lo dudo. Mira a tu alrededor. Cada minuto, cada segundo, hay millones de cosas en las que
podrías estar pensando. Un
millón de cosas por las que
podrías estar
preocupandote. El mundo en el que vivimos ¿no lo notas cada vez más fragmentado?.
Solía pensar que cuando fuera mayor el mundo
tendría más sentido.
Pero, ¿sabes que cuanto más adulta me hago, menos sentido tiene
para mi? Es cada vez más complicado. Y más
difícil. Uno
pensaría que con el tiempo
tendría que
dársenos mejor. Pero cada vez hay más al respecto. Me encuentro a mi misma intentando
aferrarme a algo. ¿Has tenido esa
sensación? La
sensación de que quieres que lo adecuado encaje en el lugar exacto, pero no solo porque es lo correcto, sino
también porque entonces
supondría que tal cosa es aún posible. Quiero creer eso.